¿Qué deudas se pueden cancelar con la Ley de Segunda Oportunidad?

Una de las preguntas más frecuentes que recibimos en el despacho es: ¿Qué deudas se pueden cancelar con la Ley de Segunda Oportunidad?
La respuesta es muy relevante, porque de ella depende que muchas personas y autónomos que viven ahogados por sus obligaciones económicas puedan dar un paso hacia un nuevo comienzo.
La Ley de Segunda Oportunidad está pensada para ofrecer una salida realista a quienes no pueden afrontar sus deudas. Pero no todas las obligaciones se tratan igual: algunas pueden ser exoneradas completamente, otras parcialmente, y algunas quedan fuera del mecanismo.
Deudas que sí pueden cancelarse
La norma permite cancelar, entre otras, las siguientes deudas:
- Préstamos personales: tanto con bancos como con financieras.
- Tarjetas de crédito y créditos revolving: especialmente problemáticos por sus intereses elevados.
- Préstamos entre particulares o avalistas: si no existe patrimonio para responder.
- Hipotecas: si la vivienda ya ha sido ejecutada o entregada en pago, la deuda pendiente puede extinguirse.
- Facturas impagadas de suministros y proveedores: muy habitual en el caso de autónomos.
En definitiva, la mayoría de las deudas privadas pueden incluirse en el procedimiento y liberarse tras el proceso de exoneración.
Deudas con Hacienda y Seguridad Social
Aquí es donde surgen más dudas. La Ley de Segunda Oportunidad permite también exonerar parte de las deudas públicas (con Hacienda o Seguridad Social), aunque con ciertos límites:
- Se pueden perdonar hasta 10.000 €.
- El resto de la deuda puede fraccionarse y aplazarse en condiciones más flexibles.
Esto supone un gran avance para autónomos y pequeños empresarios, que muchas veces arrastran deudas con la Administración imposibles de afrontar.
Deudas que no se cancelan
No todas las obligaciones pueden extinguirse. Entre las principales excepciones encontramos:
- Pensiones de alimentos: las deudas derivadas de obligaciones familiares (pensión a hijos o cónyuge) se mantienen.
- Multas por delitos o sanciones administrativas muy graves.
- Responsabilidad civil derivada de delitos (por ejemplo, indemnizaciones fijadas en sentencia penal).
¿Y en la práctica?
Cada caso requiere un estudio individual. No basta con leer la ley: es necesario analizar la situación patrimonial, el tipo de deuda, los acreedores y las posibilidades de negociación.
En nuestro despacho hemos acompañado a numerosos clientes a lo largo de este camino, y siempre encontramos la mejor vía legal para maximizar la exoneración y reducir al mínimo las obligaciones pendientes.
La oportunidad de empezar de nuevo
La Ley de Segunda Oportunidad es una herramienta real y efectiva para dejar atrás deudas que parecían eternas. Ahora bien, conocer qué deudas se pueden cancelar con la Ley de Segunda Oportunidad y cuáles no, exige el acompañamiento de abogados especialistas.
👉 Si estás en una situación de insolvencia y quieres saber qué parte de tus deudas podrías cancelar, contacta con nosotros. Te asesoraremos de manera personalizada para que recuperes la tranquilidad y tengas la oportunidad de empezar de nuevo.