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Incumplimiento de contrato: qué hacer si la otra parte no cumple

Incumplimiento de contrato: qué hacer si la otra parte no cumple

Firmar un contrato debería aportar tranquilidad. Tanto si se trata de un alquiler, la compra de un producto, la prestación de un servicio o un acuerdo entre empresas, lo que está por escrito debería cumplirse. Sin embargo, no siempre es así: retrasos, incumplimientos parciales o incluso la negativa absoluta a cumplir lo pactado.

La buena noticia es que el Derecho civil ofrece soluciones claras frente al incumplimiento de contrato. Conocerlas es el primer paso para proteger tus intereses.

¿Qué se entiende por incumplimiento de contrato?

El incumplimiento se produce cuando una de las partes no respeta lo pactado en el contrato. Puede adoptar distintas formas:

  • Incumplimiento total: cuando la obligación no se cumple en absoluto (por ejemplo, no se entrega el producto o no se presta el servicio).
  • Incumplimiento parcial: se cumple, pero de forma defectuosa o incompleta.
  • Retraso en el cumplimiento: la obligación se ejecuta fuera de plazo, lo que puede causar perjuicios.

Cada una de estas situaciones tiene consecuencias legales distintas y merece un análisis detallado.

Opciones legales ante el incumplimiento

El perjudicado por el incumplimiento tiene varias alternativas, según el caso:

  1. Exigir el cumplimiento forzoso del contrato
    • Reclamar judicialmente que la otra parte cumpla lo pactado (por ejemplo, entregar la vivienda, prestar el servicio, entregar la mercancía).
  2. Resolver el contrato
    • Dar por terminado el acuerdo cuando el incumplimiento es grave, liberándose de las obligaciones propias.
    • En este caso, suele poder reclamarse también una indemnización por los daños ocasionados.
  3. Reclamar daños y perjuicios
    • Tanto si se exige el cumplimiento como si se pide la resolución, es posible solicitar una compensación económica por los perjuicios sufridos.

El papel de las cláusulas contractuales

Un aspecto clave está en las cláusulas del propio contrato:

  • Cláusula penal: fija de antemano una indemnización en caso de incumplimiento.
  • Pactos de resolución expresa: permiten resolver el contrato automáticamente si se da un supuesto concreto (por ejemplo, falta de pago).
  • Arras: en compraventas, pueden funcionar como garantía o penalización.

Contar con un contrato bien redactado puede marcar la diferencia entre un procedimiento largo y complejo, o una reclamación clara y rápida.

Procedimientos judiciales

Cuando la negociación previa no funciona, la vía judicial es la solución:

  • Juicio verbal: para reclamaciones de hasta 6.000 €.
  • Juicio ordinario: cuando la cuantía supera esa cifra o el asunto es más complejo.
  • Ejecución forzosa: si el contrato tiene fuerza ejecutiva (por ejemplo, escritura pública o póliza notarial).

En todo caso, la prueba documental es fundamental: contratos, facturas, correos electrónicos, mensajes… todo puede servir para acreditar el incumplimiento.

No tienes que resignarte

Un incumplimiento de contrato no es solo una molestia, puede suponer una pérdida económica o incluso un perjuicio personal importante. La buena noticia es que la ley protege a la parte cumplidora y existen herramientas eficaces para exigir lo pactado o, en su defecto, ser compensado.

👉 En nuestro despacho de abogados estudiamos cada contrato de manera personalizada, valorando la estrategia más conveniente: exigir el cumplimiento, resolver el contrato o reclamar daños y perjuicios.

Si te encuentras en esta situación, no te resignes: consúltanos y encontraremos la mejor defensa de tus derechos.

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